Abrirá sus labios de carne grana,
para sucumbir ante mis besos lascivos,
gota a gota, dulzor a dulzor, beberé
exangüe, tribulada, mi condena.
Sus besos férvidos, obsesivos,
calmarán mi demencial tortura.
En mi sueño y en su consciencia,
brotarán de mis manos, cortezas
de sándalo, rosas y nardos.
Para que desprendan su fragancia
en su cuerpo, numen de certezas,
sibilantes anhelos sentenciados.
Descenderé al mar de sus encantos,
y en mi ocaso perderé la compostura,
mórbidas formas, arrabales de besos,
eclipsando el sueño y mis tormentos,
Mi mano atrapará su errática cintura,
mar de enervados deseos confesos.
eclipsando el sueño y mis tormentos,
Mi mano atrapará su errática cintura,
mar de enervados deseos confesos.
2 comentarios:
Sí. Solo los besos con amor tienen aromas.
Un abrazo
Muy cierto Gabriel, los aromas se prenden al labio,como musgo a la piedra...
Agradecida
Tatiana
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