jueves, 5 de marzo de 2009

HOJAS DE OTOÑO

Con la perfecta armonía de lo creado. Nuestro hemisferio, de a poco comienza a variar. El sol, ya no reparte devastadoras lanzas calcinadas, ni punzantes agujas de metal fundido. Todo un pequeño arsenal de bronce derretido , que se incrustan en la piel, la modifican y la abrasan con lenguas de fuego que suelen causarnos disgustos.....Si se adosan, a las vestimentas que usamos, nos causan bochornos desagradables, y ansias enfermizas de estar constantemente bajo un persistente golpe de agua helada en nuestro cuerpo, o simplemente desafiar la sociedad y desnudarnos por completo.

Pero el estío, puede sobrellevarse decorosamente y amablemente, debajo de un frondoso árbol de hojas muy verdes y olorosas, de un sauce que nos acaricie con sus lánguidas y serpentinas ramas, de un pino que nos regale ese delicioso aroma madero de semillas amentáceas , de un eucalipto que se apiede con sus largas y filudas hojas,- como dedos de pianista frustrado- y que nos obsequié alguna semilla ovalada, con la cual jugamos a lanzar a lo más alto, y luego quedarnos a observar a hurtadillas, cúanto tiempo demoró en ser atrapada por la fuerza de gravedad..

Nada más delicioso, que dormir debajo de un árbol...Es una sensación, de profundo y alucinante contacto físico con la madre tierra. Nos aferramos a las hierbas, y dejamos que el ojo se cubra con los impávidos párpados, que tampoco pueden desafiar, el sopor de tardes soleadas con insectos, que susurran cantos de somnolencia....Al final, caen rendidos, bajo el oculto influjo de hadas que se ocultan en las ramas de los troncos nervados.....

Las veces que dormí, debajo de un lozano y radiante damasco. Soñé, cuentos de bosque, soñé, vivencias de raices ocultas.Soñé, primaveras, soñé flores de azahar, soñé que bailaba la danza de los seres alados que habitan la naturaleza.Soñé, con la felicidad de no poseer nada y de tenerlo todo.....En esa época, frisaba los seis años de edad, el tiempo ha pasado. Ya, no duermo debajo de los damascos, mis sueños han variado y la fantasía la resguardo en un oculto baúl de madera, que de vez en cuando logro abrir....

Ahora, de a poco debo aceptar, que la naturaleza debe proseguir su camino, todo debe ser cunplido como está establecido....Entonces, deberé acostumbrarme a ver las hojas parduscas, ocres, rojizas, terrosas, que se acumulan en el jardín de mi casa. Deberé acometer la ingrata diaria tarea , de barrer cerros de hojas muertas y agónicas. Y, observar con un desdén lastimoso, las cientos de miles de hojas laxas, que quedan en los árboles, todas esperando en lenta y progresiva letanía.

Pero, lo que más me disgusta, del cambio de clima, es esa brisa helada, ese viento que sopla gotas de lluvia, esas gotas que juntas, hacen un río que cae con fiereza y golpea las ventanas,se escurre por los más recónditos agujeros , y se adentran, en todo lo que encuentran, atrapándolo todo, humedecíendolo todo...

El frío, tiene el poder de comprimirme las ideas, me aturde el pensamiento, me genera nostalgía , me adormece los dedos. Necesito de la luz para crear emociones, para abastecerme como desértica vertiente, de agua fresca..... Sé, que es necesario, el cambio de estación. La naturaleza, requiere de sus ciclos perfectos, de sus necesarios cambios de "ropaje". Pero yo, me quedaría pegada en una eterna primavera, en un eterno vaivén de flores, y hojas verdes siempre perennes.

Lo único que rescato del opaco otoño ,y del feroz invierno, son esas románticas tardes de cabaña, con leños encendidos, una gran taza de café con galletas, un mullido sillón que me acoja en mi somnolencia, y la mano y el cuerpo, de un ser que me acompañe.....¿Estarás así, amor mío, algún día para mi?..Escucharemos el sonido de las olas, que morderán con rabia las rocas que desafían su camino. Nos aturderemos con la brisa, que nos atrapará con todas las esencias marinas, regalándonos: algas doradas, caracolas de plata, peces de colores, que nos relatarán miles de entretenidas anécdotas de mar. Beberemos de esa hirviente taza con semillas de cafeto, para ahuyentar el frío que me congela los huesos, me aturde y me coloca en estado semi nostálgico.
Reposaremos desafiantes, atrapadas las manos, una a la otra, urdidos los dedos en trama zigzageante, al compás de todos los sonidos que genera la naturaleza, al olor de la madera que se desprenderá de la cabaña.....¿Será posible amor mío?...¿será?....

El sol del querido estío, se comienza a perder....Debo prepararme para su pronta partida, mis células guardarán en su memoria, todo el calor, toda la luz, todo el brillo.Así, como registran de ti, todo lo que me provoca y me altera la razón....

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