martes, 17 de febrero de 2009

FASES Y DESFASES DEL AMOR

FASES Y DESFASES DEL AMOR
(Por Taty Cascada)

Si hay etapas, peldaños o escalones en toda relacíon amorosa; éstos también se presentan en forma cíclica y simbólica en el desamor.

¿Qué término no es amargo, luctuoso, triste?...si se ha entregado, no tan solo profundos sentimientos, sino que también nuestro amado y sagrado cuerpo....Entonces, la pregunta salta como por efecto de resorte, en una caja de sorpresas...¿Qué nos duele más, la pérdida de nuestra ilusíon, de nuestros sueños y locas quimeras fraguadas a la luz de la luna, o la entrega y descubrimiento de nuestra desnudez a un "ser desconocido"....¿Qué nos genera más rabia, el quebranto del despertar a la oscura realidad, o el desapego físico, de un cuerpo que nos seducía por su atracción química y sexual?....Tal vez, en el fondo sea una mezcla de ambos factores, en algunos pesará más la merma platónica, y en otros el juego erótico...Todos tienen, sus propias y singulares respuestas.

Todos, hemos sufrido y hemos bajado esos peldaños. Como ingenuas primerizas, regalamos candor, pureza, ternura, fogosidad y cariño...En ésta fase inicial del "enamoramiento", creemos recibir la misma cuota y cantidad, de los mismos ingredientes

Luego, superada es fase "color rosa", nos vamos adentrando más de ese otro ser, que nos hace reir, divagar, llorar, que nos hace dibujar mariposas en el vientre, hasta que llega a un punto inconexo con el resto, y nos demuestra por primera vez, su verdadera cara, su verdadero yo. Y, lo descubrimos sin la careta que lo había cubierto todo éste tiempo, ¿ quíen era en realidad?....Aparece el ser humano frío, déspota, arrogante, orgulloso, dueño absoluto de sus actos, su ligereza de pensamiento, su lejanía y a veces, su crueldad.

Entonces comienzan nuestras lágrimas, nuestro lento y odioso despertar a la aterradora realidad....Y, ahora nos preguntamos...¿quién fue ese ser que amamos con locura desmedida?...¿un personaje de cuento de ficción, un actor, una actriz?, capaz de desdoblarse a sí mismo (a), para representar el dulce personaje romántico de pareja ideal¿o un ser que no tuvo más vida que la que respiró en nuestra imaginación?. Ésta es la primera etapa, que yo llamo "Etapa del desengaño", uno de los escalones más difíciles de asimilar.

Después, viene la lenta agonía, que nos produce largas horas de lánguida tristeza, aguda letanía de noches oscuras, de noches aisladas de luna y estrellas....Con una pesadumbre y desdicha que a veces, no somos capaces de tolerar..."Escalón de llanto explosivo", de lágrimas incontrolables, de gotas salinas furtivas y osadas...Un continúo "¿por qué?", "¿por qué yo?, como un lento y monótono, difuso rezo nocturno de pesar.

La tercera fase, el período correspondiente a un "quizás", de un "tal vez, es posible que"....La etapa de "si yo, no hubiese dicho ésto, aquello, lo otro"....Ésta es la etapa que yo denominaría de "autoculpa". Fase que se adentra y socava nuestra identidad personal, para que de alguna forma retrocedamos e intentemos recuperar lo "supuestamente perdido". A veces, se cae en la tentación del "raconto". Perdemos nuestro amor personal, perdemos nuestro orgullo...Fase de autodestrucción como seres que merecemos ser amados, por el simple y maravilloso hecho de existir y pensar.

La cuarta fase, es la más terrible, es la más hiriente y lacerante, porque ya sabemos, ya intuimos que nunca más tendremos lo que creimos perder. Fase aniquiladora, que genera en algunas almas nobles y puras, intentos de autoeliminación, intentos desesperados de fuga, de escape, de sueño intenso, de evasión absoluta de la realidad. Etapa crítica y decisiva. Si la logramos superar, podremos superar los peldaños finales, de un duelo real y efectivo.

La quinta fase, es el reencuentro con viejas amistades, trabajo doble, triple, extra. Repartir la mente en múltiples actividades, en múltiples intereses que teniamos olvidados..Regreso al cine, teatro, libros, música, fotografía, etc....Estado que nos hace devorar barras de chocolate, que nos regalan dulces y relajantes "endorfinas"...Tiempo de largas caminatas en contacto con la naturaleza, de paseos con nuestras mascotas , de familia, de padres, de hijos, de una constante lucha interna y externa....Si logramos sonreir de verdad, estamos listos para la pre aceptación de la realidad.

La sexta etapa, corresponde a la "estación preliminar de admitir los hechos". Ver la realidad en todos sus matices : grises, plomizos, coloreados y difuminados. Por fin, podemos ver "quien era nuestra pareja en verdad"...Podemos analizarla, podemos describirla, podemos descifrar sus verdaderas intenciones, podemos extraer los huesos de la carne...Por primera vez, la vemos con todos sus defectos, que por amor, intentamos ocultar u obviar....Por fin, entendemos sus reacciones, sus desiquilibrios, sus enojos, sus enfados....Por fin, somos capaces de admitir-no sin cierto orgullo herido-, que fuimos presa fácil, de seres que nos proporcionaron "ilusoriamente" todo aquello que nos faltaba, todo aquello que precisábamos con angustia y avidez....Todos tenemos necesidades afectivas. Unos más que otros...es posible, pero, en el fondo, todos necesitamos afecto, cariño, amor...

La séptima fase, o ciclo final, es la "aceptación definitiva de la realidad"....Ya estamos en condiciones de dar vuelta la página. Estamos en condiciones psíquicas y mentales, claras y definidas....Podemos mirar hacia atrás, y observar con detalle en qué nos equivocamos, y sobretodo darnos cuenta, que nunca "existío amor correspondido". Que una sola parte se entregó de verdad, mientras que la contraparte se limitaba a dejarse querer, o jugaba abiertamente con nuestros sentimientos.....Que todo fue producto, de nuestra romántica e inquieta imaginación. Que todo nacío de nuestras carencias afectivas. Que todo emergío de esa continúa y homérica búsqueda de nuestra alma gemela. Que todo fue el resultado coherente,de una intensa emocionalidad...

Conclusión:
Lo más importante y sabio de todo éste pequeño análisis personal, es que siempre se logra volver a reir, a gozar, a estar feliz. Que nuestra verdadera mitad,siempre de alguna mágica y maravillosa forma, será imantada a nuestro lado....Lo importante es sentir, que todo lo sucedido en la vida, es aprendizaje en nuestro devenir futuro...Y sobretodo entender que el verdadero amor, "no daña", al contrario, genera alegría, tranquilidad, paz interior, aunque medien a veces nubes, cirros o estratos que intentan ocultar su brillo....El verdadero amor, tiene la facultad y fuerza para resplandecer y reverdecer en los campos y serranías de nuestro corazón.

No hay comentarios: